Salvo que algo extraordinario ocurra en el último trimestre del año ningún otro colíseino podrá arrebatarle a Los Gemelos Diablo el título de los novatos del año del CMLL. Por peso, estatura y coordinación llamaron la atención desde el primer momento y generaron comparaciones inmediatas con la NGD. Su debut alcanzó tintes providenciales tras la salida de la familia Reyes dado que el CMLL no tuvo mayor dificultad para reemplazarlos con un equipo de características similares. Al paso de los meses es notorio el desgaste físico y el dolor corporal acumulado que se ha traducido en menor agilidad de parte suya, no obstante, en general han tenido opiniones positivas y gozan de un aceptable nivel de popularidad por lo que no son muchas las observaciones que he de realizar.
1. Físico: Deben de mantener un buen régimen de gimnasio a efecto de que, sin alcanzar una masa muscular que sea contraproducente para su desempeño, mejorar en cuanto a la velocidad y variedad en sus ataques. La butarga es una prenda que suele dar pie a que los luchadores descuiden su físico y no pueden darse ese lujo. Necesitan estar a punto y tener un estilo de vida saludable. Si se cuidan y mantienen la disciplina durante estos primeros años, es muy probable que se consoliden como estrellas de nivel nacional.
2. Individualidad: El mayor error de la NGD fue que no lograron individualizarse. Trabajar en equipo es una virtud pero también es necesario lograr una conexión con el público. En el caso de Los Gemelos Diablo prácticamente nadie puede decir quién es el I y quien es el II por lo que es evidente que necesitan individualizarse, distinguirse y con ello lograr una mejor conexión con la audiencia.
3. Concepto: Era obvio que necesitaban a un tercer elemento para tener representación en todos los formatos del CMLL y afortunadamente para ellos la incorporación de El Sagrado es positiva. Sagrado tiene la jerarquía y el oficio para darle equilibrio al grupo e incorporar movimientos que hagan que sus rutinas no se apoyen exclusivamente en la fuerza. Además, el maldito del ring les da un rostro y la individualidad que no han tenido como dueto. El aspecto técnico está bien cubierto y la combinación de estilos es interesante pero falta lo más importante: El concepto. La cruz en la máscara es una coincidencia que por si misma no forma a un concepto. Necesitan un nombre, uno tan bueno que hasta ahora a nadie se le ha ocurrido. Lo difícil de este rubro es que debido a las décadas de literatura y películas de terror es complicado encontrar uno que sea atractivo y no esté tan quemado: Los Benditos, Los Herejes, Los Cruzados, Los Apóstoles, Los Profetas, Los Discípulos, Los Santeros, Los Nazarenos, Los Blasfemos, en fin, hay decenas de nombres alusivos pero necesitan definirse por uno y empezar a trabajar en la imagen de la agrupación.
4. Rivales.- La falta de agrupaciones técnicas debería de ser un problema pero el amplio número de conceptos que hay en el bando rudo permiten que tengan la capacidad para enfrentar a cualquiera de ellos. Físicamente aspiran a ser la agrupación más potente del CMLL.
