sábado, 11 de febrero de 2023

La voz de la lucha libre: El mejor anunciador de todos los tiempos.

El presente es un tema en donde seguramente la mayoría de aficionados actuales ya tienen en su mente el nombre de quien merece ocupar el primer lugar, sin embargo, es preciso señalar desde este momento que no coincido con tal designación.

El paso del tiempo no solamente es inexorable sino también ingrato. En efecto, a la generación actual de aficionados poco le importa lo que vivieron las generaciones pasadas y ante la ausencia de voces que argumenten a favor de estas, monopolizan la narración de la historia. Lo anterior se advierte cuando en ejercicios similares la discusión se centra exclusivamente en anunciadores que alcanzaron su mayor grado de fama durante la década de los noventas y en el único anunciador que conocen de las décadas pasadas.

En efecto, nombres como Alfredo Adam, Fernando Buenabad y Maximiliano Aguilar han sido borrados de la historia a pesar de que pertenecieron al selecto club de anunciadores autorizados para anunciar tanto lucha libre como boxeo. Es hasta cierto punto irrisorio que la afición actual pondere a personajes que ni siquiera acreditaron el examen que les permitía anunciar box y lucha libre y que únicamente pudieron anunciar ambas disciplinas cuando dicho examen había perdido todo su prestigio. Así es, existe un ignorado parámetro de conocimientos que hoy día ni siquiera se toma en cuenta al momento de definir una discusión de este tipo. 

Dicho lo anterior he de decir que me centré exclusivamente en tres anunciadores y que en cada uno de ellos ahondaré en las razones para atribuirles su respectivo lugar. La mayor diferencia del presente ejercicio con otros es la exclusión de Javier "Vitorino" Vargas y la razón para ello es que erróneamente se le han atribuido frases que, en realidad, eran comunes en todos los anunciadores, o bien, se le asignan méritos que en orden cronológico le pertenecieron a otros. Su potente voz e ingenio no están en duda pero si su originalidad. En el mismo orden de ideas existen casos como los de Arturo Rivera, Jesús Zuñiga y Andrés Maroñas que en el sentido estricto fungieron como una triada de anunciadores cuyo estilo fue muy original pero que carecieron de la voz y de la clase de mis tres elegidos. En esencia, del mismo modo en que la voz sin originalidad pierde puntos, lo mismo ocurre con la originalidad sin voz, clase y conocimiento.

A continuación mi lista y mis razones para designar a los tres más grandes anunciadores de todos los tiempos en la lucha libre mexicana.

3. Adolfo "Fito" Bonales. Hijo de Adolfo "El Patrón" Bonales, luchador olímpico, promotor, columnista, comisionado y anunciador. Él ocupó prácticamente todos los cargos que se pueden ocupar dentro del llamado "deporte espectáculo". "Adolfito" es conocido principalmente por haber sido "la voz del Toreo", aunque en realidad también fue anunciador de las arenas México, Coliseo y Pista Arena Revolución, entre otras. Sin embargo, a pesar de haber sido la voz de una de las empresas más queridas de todos los tiempos, rara vez los supuestos aficionados al Toreo de Cuatro Caminos lo mencionan como uno de los mejores anunciadores de todos los tiempos.

La razón por la que designo a Bonales en el tercer puesto es debido a que él fue el primero que rompió con la característica solemnidad de los anunciadores. En efecto, alejado de la sobriedad colíseina, se permitía interactuar de forma picara con los aficionados pero sin perder el estilo. Sin él, no existiría el estilo del "Mucha Crema" y mucho menos el de Arturo Rivera. Fue él quien incorporó el ingenio y la picardía durante la presentación de la lucha libre, además, es con diferencia el más apto a la hora de improvisar y de dirigir ceremonias. Mientras que la mayoría de sus colegas tenían que recurrir a la lectura de tediosos discursos, él podía improvisar y manejarse como un auténtico maestro de ceremonias cuando la ocasión lo ameritaba.

Su paso por la lucha libre fue relativamente corto pero lo suficientemente bueno como para dejar una huella indeleble. Tenía buenos recursos como anunciador pero además era ingenioso y divertido. Además, hasta el día de hoy es el anunciador con mayor grado de conocimiento del deporte espectáculo y es también hasta la fecha, el mejor maestro de ceremonias que se ha visto en las arenas de lucha libre.

Siempre he tenido la sospecha de que cientos de los que se dicen aficionados "al Toreo" son en realidad una bola de impostores y el hecho de que no postulen ni defiendan la candidatura de Bonales, es una de tantas razones por las que tengo muy arraigada dicha creencia.

2. Armando "Mucha Crema" Gaytán; Gaytán es el anunciador predilecto de los aficionados cuyas edades oscilan entre los treinta y los cincuenta años pero prácticamente la totalidad de su fama se la debe a los cinco primeros años del presente siglo pues es durante este periodo que su estilo garigoleado alcanzó el clímax.

Gaytán representa la infancia y juventud de un sector de aficionados que al día de hoy son muy activos en redes y que no dudan en estimarlo como el mejor de todos los tiempos. De verdad sobran razones que justifiquen la devoción que sus seguidores tienen hacia él pero es un hecho que el factor nostalgia ha hecho que se olviden varios detalles que le restan puntos para alcanzar tal título. De entrada, su alías de "Mucha Crema" obedece a que se le estimaba poseedor de un estilo exagerado que no era del gusto de todos. De hecho, existen varios textos en donde se le sitúa como el principal anunciador durante la década de los noventas cuando, en realidad, las principales luchas de la época contaron con la voz de hasta cuatro distintos anunciadores.

Su potente e inconfundible voz e imaginación le cayeron como anillo al dedo al denominado "último boom de la lucha libre" y de hecho puede considerarse una de las estrellas del mismo, sin embargo, también es un hecho que en ocasiones sus presentaciones no eran del agrado de los luchadores porque los desvirtuaba como personajes debido a que no en pocas ocasiones más que presentarlos les tiraba "carrilla". Con todo, personalmente lo estimo como el anunciador ideal desde el punto de vista de la magia de la lucha libre.

Su reinado en redes permanecerá durante varios años hasta que, poco a poco, cada vez sean menos quienes lo hayan visto en acción. Será en ese momento cuando su legado se ponga a prueba.

1. Antonio "Picoro" Padilla: Indudablemente el mejor anunciador de todos los tiempos. Vaya, su designación me parece inapelable y ni siquiera veo margen para discutirlo. Lo anterior no se debe a un afán dictatorial sino a que, simple y sencillamente, no reconocerlo como tal no es entender su legado ni la importancia que tuvo para la lucha libre.

Así como Armando Gaytán es la infancia y adolescencia de muchos, Padilla lo fue para por lo menos el triple de generaciones. En efecto, su carrera abarca alrededor de medio siglo y durante ese lapso no solo fue la voz de la lucha libre en las principales arenas del país, sino también en el cine. Si hablamos de afecto, influencia e impacto cultural, el legado de "Picoro" es mucho más extenso que el del "Mucha Crema".

Ahora bien, así como estimo a Gaytán como el anunciador ideal para la lucha libre desde el punto de vista de la magia, estimo a Padilla como el ideal para darle credibilidad a la misma -a final de cuentas, algo mucho más importante-. En efecto, los devotos del "Mucha Crema" suelen ignorar u omitir deliberadamente el hecho de que con un estilo como el suyo la lucha libre profesional jamás hubiera sido tomada en serio, de hecho, el estilo de Gaytán en boxeo era completamente diferente al estilo que utilizaba para la lucha libre. Lo anterior jamás ocurrió con "Picoro".

Cuando Antonio Padilla asumió el rol de anunciador de lucha libre la prioridad del gremio era presentar a la lucha libre profesional como un deporte serio. Los esfuerzos para que la lucha libre fuera regida por una comisión tal y como sucedía con el boxeo, eran tendientes a dotarla de credibilidad y de realismo. Luego entonces Padilla se volvió fundamental para dicho propósito porque trató con la misma seriedad al boxeo y a la lucha libre, jamás hizo una distinción entre ambas disciplinas y gracias a ello la gente percibió a nuestra lucha como algo real. ¿Cómo cabe siquiera atreverse a cuestionar el lugar de un hombre que con su voz y estilo contribuyó a la buena reputación de nuestro espectáculo? Sin credibilidad, la lucha libre hubiera sido tildada de circo y muy probablemente no estaríamos escribiendo de ella en este momento. Por supuesto que la magia puede alcanzarse mediante figuras retoricas garigoleadas, tal y como lo hacía Armando Gaytán, pero la verdadera magia es aquella que no le permite distinguir al espectador entre la ficción y la realidad y esto es precisamente lo que hacía "Picoro".

Antonio Padilla no era completamente solemne, tenía estilo e ingenio para presentar a los luchadores y también era el encargado de interesar a los aficionados en las funciones subsecuentes al anunciar las sorpresas que traerían los próximos carteles. Sabia generar expectación con sus anuncios y, con respeto, vendía a los luchadores como auténticas figuras. Básicamente, él escribió la plantilla sobre la que trabajaron los anunciadores que le sucedieron.
 
Además, media centena de películas lo convierten en el anunciador más mediático de todos los tiempos. Su legado no depende de quienes lo vieron en las arenas porque él fue parte de una extensa filmografía y por ello su voz y rostro ha llegado a generaciones que jamás lo vieron arriba de un ring.

Por estilo, influencia, impacto cultural y generacional, pero principalmente por haber revestido a la lucha libre de credibilidad no tengo la menor duda de que él es el más grande anunciador de todos los tiempos en la lucha libre mexicana.