domingo, 28 de noviembre de 2021

Buscando al Catch: El Espontáneo.

El mundo de la lucha libre es uno que descansa sobre una mentira y es esta la razón por la que es virtualmente imposible poder reconstruir su historia dado que las escasas fuentes disponibles, tales como relatos y notas periodísticas, en su mayoría estaban vinculados a los empresarios del catch y por tanto eran abiertamente falsos (de menos, exagerados). Sin embargo, existen documentos, datos y testimonios que nos permiten conocer algo más de lo que quedó registro en la cobertura propagandista de la época y el caso que nos ocupa es uno de ellos. 
 
¿Qué nos puede decir una película animada de inicios del siglo XX sobre la lucha libre? En primera impresión podríamos concluir que nada y es que si no se tiene el bagaje cultural, en efecto, no nos dirá nada, sin embargo, si se conocen los elementos puestos en escena es probable que nos diga mucho.  
 
“Porky The Wrestler” es un corto animado estrenado en 1937 en donde, de inicio, la imagen del cerdo antropomórfico de la Warner Bros poco tiene que ver con la que tenemos en mente hoy día ya que el diseño del mismo corresponde a sus primeras versiones. La historia nos presenta a un afortunado Porky que, buscando transporte para poder ir a ver el gran match de catch que se celebra en su ciudad, es visto por el retador al título quien se ofrece a llevarlo al evento. La suerte de Porky termina cuando, tras un accidente del retador, la gente de la arena lo confunde con este y lo suben al ring para enfrentarse al temible campeón a quien puede derrotar solo gracias a que la diosa fortuna vuelve a ponerse de su lado. 
 

La historia en lo general es una versión más del antiquísimo relato del improbable triunfo del hombre pequeño y, en lo particular, la representación del que muy probablemente sea el más antiguo show de lucha libre en el mundo: El espontáneo. En efecto, a propósito de las luchas entre celebridades ya alguna vez hice mención de que durante el idilio de la lucha libre con el circo uno de los shows más recurrentes era preguntar si entre la audiencia había alguien que se atreviera a retar al “Champion Du Monde” para que, ante el asombro de los asistentes, un espontáneo -un palero- se ofreciera como retador y no en pocas ocasiones se alzara con el triunfo. 
 
Esta sencilla historia es la que se presenta en “Porky The Wrestler”, sin embargo, no es el único detalle a destacar en dicha animación porque es de llamar la atención que ambos luchadores están ataviados con un atuendo que ya era anacrónico para la época. En efecto, para la fecha de la publicación del corto las camisetas y pantaloncillos (calzón o boxers “de manga larga”) ya habían sido sustituidos por las trusas y los botines, el show del espontáneo había sido abandonado por completo y bastaban tres segundos para ganar por toque de espaldas. ¿Desde entonces ya había nostalgia por los viejos tiempos?
 
¿Qué tan bueno era este show? En primer lugar encontramos la respuesta en la vida misma y es que si tenemos presente la emoción que nos genera ver ganar al más débil, sin duda, podremos entender que era un espectáculo muy bueno y divertido. De hecho, el show del espontáneo era tan bueno que todavía tuvo éxito en el siglo XXI cuando Vince Mcmahon lo trajo de vuelta para coronar a Santino Marella, “un aficionado”, como campeón intercontinental. 
El espontáneo, un show atemporal que ha tenido éxito en los rings de lucha libre desde la primera vez que apareció en el circo hasta la última vez en que fue presentado ante una audiencia masiva. Un espectáculo tan bueno que quedó grabado en una generación de aficionados y que ameritó una suerte de homenaje en el nostálgico corto “Porky The Wrestler”.