jueves, 15 de abril de 2021

No hubo Mano Negra...

Una de las más grandes infamias que se han difundido alrededor de Atlantis es la de afirmar que valiéndose de su parentesco (inexistente) con Francisco Alonso Lutteroth, "le robó" la máscara de Mano Negra al malogrado Oro. Desde luego que esto es una mentira cuya divulgación y aceptación es inexplicable dado que la misma ni siquiera atiende a las más elementales cuestiones cronológicas y de contexto, de hecho, basta con una revisión medianamente rigurosa para demostrar que tal afirmación no tiene ningún sentido. Vamos por partes.

En 1992 Jesús Reza Rosales, "Mano Negra", en lo que es una práctica COMÚN llegó a un acuerdo con Paco Alonso a efecto de apostar -y perder- su máscara en la Arena México. El convenio incluía pero no se limitaba a la cesión de la reserva de derecho al uso exclusivo del personaje "Mano Negra" a favor de Alonso, reserva que este conservó hasta 1998.
El acuerdo con Reza se dio durante el convulsionado contexto de la fundación de la Triple A y la desbandada coliseína que prácticamente dejó sin estrellas al CMLL. Bajo este escenario, el CMLL se encontraba en una situación en donde el escaso número de figuras consolidadas provocaba una urgencia por crear nuevas estrellas enmascaradas. Cierto, Oro fue uno de estos luchadores pero tanto en la búsqueda de dicha nueva figura como del verdugo de Mano Negra, él no fue el único ni la primera opción en la que pensó Paco Alonso.

El primer candidato a desenmascararlo fue Lassertron (Héctor Guerrero). Así es, los hermanos Guerrero habían sido concebidos como la más seria apuesta del CMLL en su búsqueda por encontrar una nueva estrella enmascarada y fue así como durante su transición hacia el bando rudo, Mano Negra se enemistó y confrontó con Lassertron -La versión tropical de Blue Blazer-. No obstante, la rivalidad no prosperó debido al antecedente negativo que dejó su hermano Eddie Guerrero y a la pobre respuesta tanto al personaje de Lassertron como a la rivalidad en sí.
 
Ahora bien, tras el fiasco con Lassertron y en un clásico desaire hacia un luchador parte de una rivalidad frustrada vimos como Mano Negra, aún teniéndolo en la esquina contraria, cambio de objetivo y esta vez retó al Brazo a una lucha de apuestas, cerrando el ciclo con el primero e iniciando uno con el segundo. En efecto, Oro ni siquiera fue el segundo hombre en los desafíos de Mano Negra pues dicho honor le correspondió al iónico miembro de la dinastía Alvarado. Jesús Reza había convenido una cabellera a su favor pero a pesar de que esta lucha hubiera servido para introducirlo a una nueva afición, se optó por postergar este trofeo y el proyecto se abortó.

Fue hasta el mes de febrero de 1993 cuando Mano Negra empezó a enfrentarse de forma más regular a Oro pero da la casualidad que sus cruces empezaron a bajar de lugar en cartelera a pesar de que varios periodistas desde sus respectivos espacios infructuosamente intentaban calentar la rivalidad. ¿Qué estaba pasando? Identifico a dos factores; 1. Antes de su mitificación a raíz de su trágica muerte, Oro era de carne y hueso y era un luchador que no estaba siquiera cerca de la popularidad de las grandes figuras de la época. Vaya, nadie lo consideraba una estrella en ese momento y 2. Mano Negra era un luchador respetado por la vieja guardia pero poco conocido entre los televidentes y por ello era necesario presentárselo a la nueva audiencia y hacerlo atractivo.

En este punto y para tal efecto apareció Atlantis, quien ya había tenido roces con Mano Negra desde inicios del año y que tenían un largo historial juntos. Esta rivalidad no solo legitimaba a Mano Negra y le daba un típico premio de consolación al eventual perdedor en el aniversario sino que además, por primera vez en todo este proceso, creaba un auténtico arco dramático. Así es, hasta entonces sus roces con Lassertron, El Brazo y Oro tenían su origen en que Mano Negra se negó a colaborar con ellos, perdieron una lucha y se hicieron de palabras. En el caso de Mano Negra versus Atlantis aquel le rompería una prolongada racha de defensas al ídolo de los niños e incluso le ganaría en la revancha -había una historia-. Esto implica que formalmente Oro tampoco fue el tercer hombre en la vida de Mano Negra pues dicho lugar le corresponde a Atlantis y sus dos combates titulares con Reza.

Ya con un campeonato en la cintura de Mano Negra ahora si apareció el primer reto formal entre este y Oro con miras a sostener un duelo titular en abril. Dicho duelo a pesar de que estuvo precedido de candentes declaraciones y de máscaras rotas, marcó el inicio del fin de esta rivalidad pues se llevó a cabo ante una baja asistencia y entre abucheos. Además, la lucha concluyó de forma contundente porque Mano Negra prácticamente le arranca el brazo a su retador mandándolo definitivamente a la congeladora y cerrando toda posibilidad de revancha.

En este momento el CMLL se encontraba en una frustrante situación en donde en un plazo muy corto vio como se caían los proyectos de Máscara Mágica, Lassertron y Oro. En este punto ya era inevitable darle a Mano Negra su grado de responsabilidad en sus frustradas rivalidades y fue así como el nombre de Atlantis empezó a crecer porque durante todo este lapso de tiempo sus duelos titulares con Reza habían sido los mejor calificados y entre ellos había una historia creíble.

De tal forma quedó plenamente definido que el verdugo de Mano Negra sería Atlantis. Mientras tanto, la rivalidad entre Oro y Mano Negra concluyó formalmente en provincia en donde en un lapso de unos pocos días intercambiaron el título medio de la NWA para nunca más a volver a tener una rivalidad entre ellos a pesar de los intentos de algunos periodistas por tratar de revivir a un muerto.
Atlantis, ya desde entonces un consumado especialista en luchas de apuestas e incipiente "bombero", construyó junto a Mano Negra una rivalidad lo suficientemente atractiva como para llenar a la Arena México y volver a poner al CMLL en los primeros planos. No le arrebató ninguna rivalidad a Oro porque en orden cronológico él apareció primero y, al contrario, él entregó su campeonato y racha para que la rivalidad entre el novato y Mano Negra pudiera funcionar lo cual a fin de cuentas no sucedió porque la misma no pegó y Oro no alcanzó los objetivos mínimos planeados.
 
¿Cómo fue la lucha? El estilo de su máscara contra máscara respeto los canones de la época, es decir, pocas florituras y mucho desgaste. La lucha versa sobre como Mano Negra se traiciona a sí mismo ya que luego de un maratónico dominio en donde brilla por su ausencia su tradicional filigrana es sorprendido por Atlantis durante la primera caída. Ya durante la segunda, Atlantis no da señales de flaqueza y en ese momento Jesús Reza renuncia al estilista que alguna vez fue y sella su destino al dejar claro que ya solo puede ganar mediante la trampa y que siendo muy temprano ya se quedó sin recursos. Por ello no sorprende que en la tercera sea humillado y barrido en segundos.

La rivalidad continúo durante unas semanas más hasta que se fue diluyendo. Finalmente, Mano Negra entregó su campeonato a finales de año y en la misma época obtuvo la cabellera previamente pactada. Como es bien sabido, días después de celebrado el aniversario se dio la trágica muerte de Oro, iniciando así su proceso de mitificación en donde se resaltaron sus virtudes al tiempo que se eliminaron sus defectos e inventaron historias en donde se magnificaba su figura. Aunado a lo anterior, en el siglo XXI empezó una irracional campaña de odio hacia Atlantis tendiente a restarle cualquier mérito en su destacadisimo papel dentro de la lucha libre. Ambos elementos se han conjuntado para crear una serie de mitos carentes de sustento alguno tal y como el que menciono en esta ocasión.

En conclusión, no hubo mano negra de parte de Atlantis y de parte de Jesús Reza tampoco hubo Mano Negra en el ring...