Lluvia y La Jarochita vs. Stephanie Vaquer y Dalys (r).- La división femenil del CMLL continua enviando mensajes contradictorios a raíz de la disparidad en calidad de sus integrantes, y esta noche no fue la excepción. Tengo certeza absoluta de que Vaquer y La Jarochita tienen el potencial para poder hacer cosas interesantes en el ring y el estatus de estrella de Dalys ya no está a discusión. El problema es con el grupo de luchadoras integrado entre otras por Estrellita, La Comandante, La Seductora y Lluvia, quienes no solo no se encuentran en un buen nivel sino que, además, sus expectativas de mejoría son nulas. La pequeña tentación cumplirá este año 37 años y a pesar de ello su rendimiento sigue siendo de novata. El problema con estas contradicciones aparece cuando tienen que alternar en el ring y resultan combinaciones tales como buena luchadora contra luchadora regular, luchadora mediocre contra luchadora fuera de ritmo, luchadora con potencial en contra de luchadora estancada y, rara vez, buena luchadora contra buena luchadora. Las combinaciones no son buenas y se refleja no solo en cada luna sino también en cada caída. Los buenos momentos de las más aptas son insuficientes para lograr un producto integro,
La Copa Jr. VIP.- El típico formato coliseíno de torneo cibernético pero con algunos agregados que lo hucieron lucir arriba del promedio e incluso situándose por arriba de versiones anteriores. La mayoría de los participantes enfrentaron el torneo como si de un evento de gala se tratase, logrando darle al legado de sus padres el lugar que se merecen y dándole al evento de una necesaria pero a menudo ausente teatralidad y glamour en los eventos coliseínos. El evento originalmente se planeo para ser el escenario del debut del Felino Jr. y a pesar de que dado la contingencia sanitaria este se produjo a puerta cerrada, Los Casas dieron una muestra de como construir una historia de lucha libre de manera completamente artesanal. Le pusieron pimienta al torneo. Star Jr., Atlantis Jr., Carístico, Mephisto, Soberano Jr., Místico e incluso Dragón Rojo Jr, tuvieron muy buenos momentos durante el torneo. El final fue caotico luego de que Edgar Noriega no tuviera la personalidad para defender una excelente decisión arbitral y descalificar a Místico. Él solo se puso el pie al contarle las tres palmadas a un luchador previamente descalificado. Al final se dio una justa victoria para el ingobernable Ángel de Oro quien finalmente empieza a ver los resultados de años de esfuerzo tras asumir una personalidad que se le pedía a gritos desde hace mucho tiempo. En él está mantenerse en personaje, va bien, la ira de los otrora imperturbables vueltos en hombres de cristal será lo común en las posteriores semanas. Se entiende la emoción pero en un rudo los agradecimientos van en privado. Le toca mantener la linea del cinismo y dejar que los originales ingobernables sigan llenado tazas con sus propias lágrimas.
Los Guerreros Laguneros vs. NGD.- El final de un concepto integrado por buenos luchadores pero que se quedó corto en relación a otros proyectos encabezados por el Último Guerrero. Los Guerreros Laguneros tenían el tiempo en contra y vivián tiempos extra dado el desgaste del concepto y lo forzado que se veían protagonizando eventos a pesar de no ser quienes pasaban por el mejor momento. En frente de ellos tuvieron a los hoy campeones indiscutibles quienes a pesar de no tener la mejor de sus noches si demostraron ser un concepto mucho más fresco y con mayor futuro. En lo individual el Gran Guerrero tiene mucho que trabajar y acabar de entender que no siendo un junior, él carga con el peso del legado del lagunero más influyente en años y que necesita hacerle honores siendo más protágonico. Euforia es un tipo que podría sumarse a otros conceptos -incluso al lado de su hijo-. rivalizar con el Último Guerrero o simplemente darse un tiempo para ser él mismo y usar muchas ideas de imagen que ha dejado en el tintero por no ser acordes al concepto del que era parte. Finalmente, Jesús Gutierrez debe de entender que ya no es un jovén y que debe de ir pensando en la versión veterana de su personaje así como darse el tiempo para respirar y simplemente disfrutar de la lucha libre, ¿Y por qué no? Al lado de viejos aliados. Los tres tienen potencial pero el concepto ya era un lastre para ellos. El match no fue sólido pero puede ser el inicio de una etapa mucho más divertida en la división de las tercias.
Volador Jr. vs. Bandido.- La versión coliseína del estilo independiente en boga. Un duelo accidentado que finalmente pudo llevarse a cabo hasta en su tercer intento y que el día de hoy acapara elogios a nivel mundial. La lucha se plantea desde el saludo, Volador intenta meterse en la mente de Bandido, lo hace menos e intenta sorprenderlo para después mostrarle sus respetos solo para volver a intimidarlo siendo ahora el retador quien está listo para sorprenderlo. Lucha dinámica y sin respiro, el ring les queda corto, es una carrera de resistencia en donde no hay lugar para pausas y por momentos tampoco para la lógica, mientras la mano siga siendo más rápida que el ojo, no importa -asi es la lógica de estos combates-. El junior, tiene ya casi 20 años mostrando a cuenta gotas que tiene el potencial para alcanzar a la elite mundial mientras que el retador, tras la academia coliseína, se curtió entre figuras internacionales. A medida que el combate se hace añejo, el cansancio se hace evidente, sobre todo en el más jovén. Las piernas no les dan para la parte final y no pueden ponerle la cereza al pastel que han estado hornenado por más de media hora. Una lucha completamente vertical, sin castigos a las extremidades, son como una motocicleta rodando adentro de una esfera de acero. Su mayor mérito radica es que es una lucha completamente "de oído", no hay público que los guíe, confían plenamente en su instinto y en el de su referí -salvo detalles de ubicación, notable trabajo de Noriega-, no hay margen de errores, se asume que lo planeado alcanza y sobra para convencer a la audiencia y así lo hacen. No será ni la primera, ni la última.
Tremendo golpe de autoridad del CMLL para iniciar el año.
