La opera prima de Sylvester Stallone muy probablemente sea la mejor película sobre lucha libre de cuantas se han producido, lo cual posiblemente no signifique mucho para los cinéfilos pero si para los aficionados del llamado "deporte espectáculo".
Paradise Alley es una cinta prácticamente desconocida dado su poco éxito comercial y la mala recepción de la crítica de la cual fue objeto, sin embargo, aún sin ser vista bajo la óptica de un aficionado a la lucha libre dista mucho de ser el bodrio que en su momento describieron los críticos bajo su característico esnobismo.
Dado sus semejanzas con "Rocky", la película que lanzó a la fama a Stallone, "Paradise Alley" es a menudo llamada "Rocky del wrestling", afirmación que tiene mucho de cierta aunque, en realidad, "Sly" escribió primero la historia de "Kid Salami" antes que la de "Rocky Balboa".
La película nos cuenta la historia de los hermanos Carboni, Lenny (Armand Assante), Cosmo (Sylvester Stallone) y Víctor (Lee Canalito), quienes habitan un modesto departamento y se desempeñan como sepulturero, estafador y cargador de hielo, respectivamente. Lenny es el más inteligente y maduro de los tres pero refleja cierta amargura tras haber quedado lisiado durante la guerra. Víctor es el más joven y corpulento pero tiene una personalidad infantil y es fácilmente manipulable. Cosmo, por su parte, es un bribón que hace de todo con tal de conseguir dinero y que a menudo manipula a Víctor para obtenerlo. También envidia a Lenny y no solo desea ocupar su lugar en la familia sino el que alguna vez tuvo en su comunidad e incluso en el corazón de quien fuera su novia ("Annie O'Sherlock" interpetada por Anne Archer).
Víctor gana su primer match como luchador espontáneo pero no está convencido de convertirse en luchador de tiempo completo pero tras la manipulación de Cosmo, su estancamiento laboral y sus deseos de formar una familia al lado de su novia Susan (Aimée Eccles) decide hacerlo pero con la condición de que su hermano Lenny sea su representante. La primera decisión de Lenny como manager es reducir a Cosmo a entrenador personal lo cual hace que los roles de los hermanos se inviertan.
Paradise Alley avanza lento como película pero además de tener aspectos notables como la actuación de Anne Archer, cuenta con unos veinte minutos finales vertiginosos y muy bien logrados. En este punto es cuando empiezan las injusticias porque, dado su ignorancia del deporte espectáculo, los críticos no tuvieron en cuenta que la recreación del combate de lucha entre Kid Salami y The Thumper es, de hecho, una de las mejores recreaciones deportivas jamás filmadas.
En efecto, la coreografía montada por Terry Funk es soberbia y también lo es el compromiso actoral de Lee Canalito. No estamos hablando de los golpes "a lo pendejo" que vemos en Rocky o de las típicas secuencias mediocres que vemos cuando se filma una escena deportiva, no, estamos hablando de una secuencia que de haber sido hecha por Marlon Brando al día de hoy seguiríamos hablando de ella.