La razón por la cual esta película es popular en la comunidad cinematográfica y del cómic es por ser un descarado plagio de Batman, sin embargo, en esta ocasión me gustaría hablar de ella bajo el contexto de la serie de películas de luchadoras a las que pertenece a efecto de resaltar sus virtudes y porqués.
La
cinta protagonizada por Maura Monti es la primera de la saga que no
cuenta con el personaje de “Gloria Venus” como su protagonista y a pesar
de que es un hecho admitido que no existe continuidad entre ninguna de
las películas que la integran, lo cierto es que, tanto la elección de la actriz así como el perfil del personaje, no fueron casuales. En efecto, desde
la segunda aparición de Gloria/Loreta Venus y hasta la última quedó
claro que las habilidades del personaje ya habían sido rebasadas por las
habilidades sobrehumanas de sus enemigos, de hecho, en su última
aparición hasta tuvieron que ser rescatadas por un sucedáneo de El Santo. En el
mismo orden de ideas la sustitución de la actriz Lorena Velázquez por
Ariadna Welter en términos actorales pudo haber sido positiva, pero no
en cuanto a los estándares de belleza a los que se habían acostumbrado
los fanáticos de la saga.
Es
por lo anterior que la belleza de Maura Monti parecía
ideal para volver a los estándares estéticos y de jovialidad impuestos
durante las tres primeras películas de la saga. Por cuanto hace a las
habilidades del personaje era obvio que, al tomar prestada parte de la
vida de Bruce Wayne, querían dejar en claro que “La Mujer Murciélago”
era una heroína más autosuficiente que Gloria Venus y en consecuencia
más apta para enfrentar retos más complicados.
Las
elecciones anteriores podrían tildarse de acertadas, pero al latente
problema de la falta de originalidad no solo se limitó al origen del
personaje, sino que también se hizo extensivo al guion mismo. En efecto,
“La Mujer Murciélago” es en esencia un remake de “Las Luchadoras contra
el Médico Asesino” cuyas diferencias más notables entre una y otra es
la sustitución de una bestia homínida por un anfibio y la supresión de
la trama de “Vendetta”.
Por
cuanto hace a lo que nos toca, la lucha libre, es evidente que la lucha libre femenil ya se encontraba en total abandono y que sus luchadoras ya eran tan poco atractivas que ni siquiera ameritaban crédito alguno. Las locaciones y escenas
de archivo usadas en las anteriores cintas fueron reemplazadas por los foros y a diferencia de Elizabeth
Campbell y Lorena Velázquez, Maura Monti no contó con una preparación
de calidad a pesar de que es notorio que la actriz italiana tenía
facultades físicas para haber destacado en escenas de acción en el ring.
Respecto
al personaje se puede inferir que “La Mujer Murciélago” es la máxima
estrella femenil de la época y que domina la escena en solitario
(literalmente), resolviendo sus combates con relativa facilidad,
fungiendo como instructora del resto del elenco y contando con un
camerino exclusivo. En su afán de resaltar las
virtudes del personaje la producción terminó por hacerla poca cálida y distante.
La imagen misma del personaje pagó el precio de lo anteriormente expuesto y es que ante el poco trabajo que hubo en las escenas de lucha es evidente que la producción no solo no se esmeró en entrenar a Maura Monti sino que tampoco hicieron mucho por encontrar a una luchadora que pudiera lucir en el ring el característico bikini del personaje, optando por un disfraz de Batman de cuerpo completo y una doble que visiblemente no tenía ninguna semejanza con Monti. De haber llegado el bikini al ring esta cinta pudo haber marcado un parteaguas en la moda luchística y ser un auténtico grito de liberación sexual.
La imagen misma del personaje pagó el precio de lo anteriormente expuesto y es que ante el poco trabajo que hubo en las escenas de lucha es evidente que la producción no solo no se esmeró en entrenar a Maura Monti sino que tampoco hicieron mucho por encontrar a una luchadora que pudiera lucir en el ring el característico bikini del personaje, optando por un disfraz de Batman de cuerpo completo y una doble que visiblemente no tenía ninguna semejanza con Monti. De haber llegado el bikini al ring esta cinta pudo haber marcado un parteaguas en la moda luchística y ser un auténtico grito de liberación sexual.
Maura
Monti era capaz de realizar escenas de acción tal y como
puede verse en las escenas en el yate (supervisadas por Nathanael León).
El bikini no miente, esas escenas las hizo Monti y aunque se trata de la
típica coreografía que León solía montar en todas las películas que
contaran con una pelea callejera, a ojo de buen cubero y dado que buena parte de ella las realiza EN TACONES, puedo decir que
de haberla cobijado la producción pudo ser una de las actrices más espectaculares en un ring. Es una pena que no fuera así.
La
película, ya de por si una copia, comete el error de caer una y otra
vez en lugares comunes, sin embargo, cuenta con los valores de producción más altos vistos en todo el ciclo de películas de luchadoras y con escenas acuáticas muy bien logradas. También cuentan con la
criatura mejor construida de toda la saga, tanto en diseño como en la
eficacia de su caracterización, “Piscis” es fantástico y muy superior al hombre gorila visto en las otras cintas. En este sentido
también es lamentable que la funcionalidad del disfraz y las habilidades
acuáticas de Monti no fueran aprovechadas para un combate marítimo de
mayor calidad que fuera además el clímax de la cinta.
Debido a la falta de astucia y de congruencia de la producción, al final, todas las excepcionales facultades físicas y
habilidades en combate con las que se esmeraron en presentar a “La Mujer Murciélago” resultan
un tanto estériles porque termina venciendo al homúnculo mediante
deducciones y astucia (siguiendo la línea de los plagios a Batman).
Teniendo
todo para ser una película sobresaliente del género al
final sus elementos y méritos no hicieron sinergia y es por eso que el resultado final se siente como una
oportunidad perdida. Sin embargo, la filantrópica Maura Monti tienen
un lugar ganado en el universo cinematográfico de las luchadoras por ser la única heroína proveniente de la aristocracia.
Al final, queda la duda de si los plagios a Batman iban a ir más lejos de lo ya visto en pantalla y esto se debe a que en esta película se deja una pista que anticipa que esta no sería la última ocasión en que se viera en un ring a la máscara de "La Mujer Murcielago" pero esa, esa es otra historia.